En CarpeDiem, cada joya está elegida para ser parte de tus momentos especiales. Queremos que ese brillo te acompañe por mucho, mucho tiempo. Con esta guía práctica y algunos cuidados simples, mantendrás tus piezas tan deslumbrantes como el primer día.
Tanto la Plata 925 como el Acero Quirúrgico son materiales nobles y duraderos, pero algunos hábitos pueden prolongar su belleza:
El Agua Dulce, con Moderación: Si bien un contacto esporádico no daña el Acero Quirúrgico o la Plata, no es recomendable ducharse o lavarse las manos con ellas puestas constantemente, ya que los residuos de jabón pueden opacarlas.
Guárdalas por Separado: Al final del día, guarda tus joyas en un lugar seco y, si es posible, de forma individual en bolsitas de tela o en un alhajero para evitar que se rayen entre sí.
Póntelas al Final: Que tus joyas sean el último paso de tu rutina. Póntelas después de vestirte, maquillarte y perfumarte.
La plata es un metal precioso que puede reaccionar al contacto con el aire y otros agentes, oscureciéndose ligeramente. ¡No te preocupes! Este es un proceso completamente natural y reversible que demuestra la pureza del material, no es un defecto.
Limpieza Suave (Mantenimiento): Prepara un recipiente con agua tibia y unas gotas de jabón neutro (el de lavar los platos funciona bien). Sumerge tus joyas por unos minutos.
Fricción Delicada: Usa tus dedos o un cepillo de dientes de cerdas extra suaves para frotar con delicadeza las piezas.
Enjuague y Secado: Enjuágalas con abundante agua tibia y sécalas inmediatamente con un paño suave de algodón o microfibra, asegurándote de que no quede nada de humedad.
Para recuperar el brillo intenso, te recomendamos usar un paño especial para limpiar plata, que pule la superficie de forma segura.
El acero quirúrgico es el material ideal para el uso diario gracias a su increíble resistencia y durabilidad. Es hipoalergénico y no se oxida ni se oscurece. Su cuidado es muy sencillo.
Agua y Jabón: Al igual que con la plata, un poco de agua tibia y jabón neutro es suficiente para eliminar la suciedad acumulada.
Secado: Sécalas bien con un paño suave para devolverles su brillo original.
Además de estos consejos para el cuidado en casa, en CarpeDiem Joyas queremos ofrecerte un servicio exclusivo. Contamos con un taller propio donde tratamos cada pieza con el amor y la profesionalidad que se merece.
Si sientes que a tus joyas les falta ese esplendor del primer día, te invitamos a traerlas para nuestro servicio de limpieza profesional.
Simplemente acércate a nuestro local en Vistapueblo, Carrodilla, y déjanos hacer la magia. Verás tus joyas brillar como nunca.
Con estos simples pasos, tus joyas Carpediem seguirán contando tu historia por años. Si tienes alguna otra duda sobre el cuidado de una pieza en particular, no dudes en contactarnos.